NO HAY MANERA DE LLEVARSE BIEN CON LA GESTIÓN DEL TIEMPO
Todos los cambios son dolorosos, ya lo sabes.
En el mundo de la productividad no podría ser una excepción, por lo que no es nada complicado ver gente odiando los métodos de gestión del tiempo después de haberlos probado.
Aquí no hay nada que reprochar, esto una experiencia muy personal. El tema está en cómo vives este rechazo y por qué crees que fue generado. Cambiar tu mentalidad productiva está a tu alcance.
Creo fervientemente que planificarse y organizarse mejor tienen un origen que va mucho más allá de querer hacer más cosas en menos tiempo. En realidad, surge de una insatisfacción personal que no siempre está bien canalizada, y que en muchas ocasiones la terminamos "vomitando" en un método de productividad personal.
Déjame mostrarte un par de ejemplos para ilustrarlo:
"Recientemente has leído por ahí que puedes vivir en el Caribe y en Bali con solo tu ordenador/computadora para trabajar. Como te has empecinado en que quieres tener ese mismo estilo de vida, decides implementar un sistema de productividad personal para poder llevarlo a cabo. En el fondo te da igual planificarte y organizarte mejor, lo que quieres es lograr ese estilo de vida. Esto no está bien ni mal, pero quizá una metodología de productividad personal no es la llave de lo que estás buscando”.
"Últimamente la relación con tu pareja no está pasando por un buen momento. Después de muchas discusiones y algún intento de separación, decides que quizá le estás dedicando demasiado tiempo a tu trabajo y que eso debería cambiar. Buscas por Internet un método de productividad que te permita tener más tiempo para tu vida personal para ver si así puedes revertir el rumbo decadente de tu relación. Está claro que la productividad puede jugar un papel importante, pero quizá no sea el problema más inmediato que debas solucionar".
En estos dos ejemplos la productividad es sólo un parche, una forma de tapar otras carencias que seguramente necesiten otro tipo de solución.
Y claro, si además queremos cambiar nuestra vida de un momento para otro, entonces la frustración y la ansiedad se apodera de nosotros hasta la eternidad.
Por lo tanto, antes de empezar a implementar un método de productividad personal, párate un momento a pensar y reflexiona acerca de estas 3 preguntas:
¿Crees que la productividad personal es la principal solución a mi situación actual?
¿Te encuentras en el mejor momento personal/profesional para incorporarla?
¿Estás dispuesto a implementar todo el trabajo que supone incorporarla?
EL MEJOR MÉTODO DE PRODUCTIVIDAD ES EL QUE FUNCIONA
Una vez tengas claro que la productividad personal es algo que te gustaría probar, entonces es el instante idea para hincarle el diente.
Hincar el diente a deliciosos dulces está muy bien, pero cuando tienes que roer piedras calizas entonces la cosa empeora por completo.
Esta analogía representa lo que sucede cuando incorporamos pequeños consejos de productividad a nuestra vida (deliciosos dulces), o por lo contrario tratamos de digerir piedras calizas introduciendo una metodología completa de productividad personal.
¿Cuál es la forma idea de incrementar nuestra productividad?
Nos pasamos la vida buscando la metodología de productividad perfecta, pero seguir una dieta equilibrada es la clave para notar un avance significativo.
Mucha gente quiere cambiar su forma de funcionar de inmediato, y eso supone un claro freno para tu cerebro. Tu órgano racional repele cualquier cambio brusco, sólo desea pequeñas recompensas para avanzar sin notar la variación.
Aquí van 3 recomendaciones básicas para empezar a implementar tu propio sistema de productividad:
a) Empieza por pequeños cambios de forma gradual. Sólo cuando experimentes cierto bienestar, entonces es cuando debes sedimentar definitivamente los cambios.
b) No hay ningún método de productividad mejor que otro, no te obceques en cumplir a rajatabla un sistema concreto. Si hay algo que no te encaja, busca alternativas.
c) Los cambios que no te reporten bienestar, descártalos. Estamos demasiado acostumbrados a que las cosas con sacrificio entran mejor, cuando realmente funciona completamente al revés. Todo lo que disfrutas garantiza más efectividad, no tengas ninguna duda.
Ahora que ya lo tenemos todo listo, me gustaría regalarte 3 claves prácticas de neuroproductividad para que te organices mejor y con mayor efectividad:
1# PLANIFICAR ES LA FUENTE DE TUS MALES
Te planificas por encima de tus posibilidades. Planificar en exceso es la mejor fórmula para arrastrar tareas hasta el fin de semana.
Mi solución: planifica lo mínimo y lo indispensable, siempre teniendo en cuenta los criterios de productividad de siglo XXI.
No elijas tus tareas como si tuvieras todo el día para hacerlas, piensa como si sólo tuvieras 1,5-2 horas. Si crees que esto es muy poco tiempo, pronto verás que los imprevistos y los últimos encargos coparán tu jornada laboral sin que te lo esperes.
¡Ah! Y si ves que aquel día no hay imprevistos y que no hay trabajo nuevo (algo extraño pero posible), siempre podrás añadir a tu lista todas aquellas tareas acumuladas que desees hacer.
2# NO PIENSES EN TIEMPO, PIENSA EN INTENSIDAD
Los seremos humanos nos organizamos por tiempo. Tiempo para hacer deporte, tiempo para mejorar tu marca personal, tiempo para formarte/capacitarte para acceder a un mejor puesto de trabajo, pero... ¿qué significa exactamente ese tiempo?
Pensar en tiempo es pensar en abstracto, ya que el tiempo per se no genera resultados (por ahora). Hay que hacer algo con ese tiempo.
Mi planteamiento es que pienses en base a tu nivel de intensidad en cada una de las tareas que te llevan a un objetivo concreto. Tu explosión inicial se desvanece muy pronto, por lo que siempre que puedas empieza con microhábitos, es decir, con cambios minúsculos que pueden transformar tu vida.
Si quieres empezar con la lectura para mejorar tu conocimiento sobre un tema, empieza leyendo cada día una página y toma las notas necesarias para absorber el contenido. No trates de devorar todo un libro en un mismo día, ya que muy probablemente terminarás aburriendo la lectura y aumentarás tu frustración por no haber conseguido lo que querías.
3# BUSCA ACTIVIDADES ESTIMULANTES PARA VOLAR DEL TRABAJO
Hacer aquello que te gusta es una bendición. Otra cosa es que tu actividad profesional se vuelva tu única forma de vida. Cuando solo trabajas y crees que tu entorno social es un impedimento para volver al trabajo es quizá estemos abocados a una progresiva destrucción de tu ecosistema social.
Mi propuesta es que siempre tengas una actividad estimulante programada para después de tu jornada laboral, ya que tu cerebro siempre le parece mejor seguir con lo que estaba haciendo. Si se encuentra cómodo trabajando, seguirá trabajando. Si hay algo muy interesante después, entonces querrá desconectar y cambiar la actividad.
Dicho esto, me gustaría confesarte algo: no soy un abogador defensor del equilibrio entre todas tus áreas vitales (ocio, trabajo, familia...). En cada momento de tu vida tendrás que elegir en qué área quieres enfocarte, pero mi recomendación es que no olvides tu parte personal.
El éxito está genial y nos encanta conseguir muchos logros, pero cuando estés en la cima solo no lo podrás compartir. Evita la sobrecarga mental que puede acabar con tu vida personal.
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¡Ahora es tu turno! ¿Qué cambio de hábitos crees que podría impactar en las horas que le dedicas a tus tareas? ¿Cuántas veces has intentado planificar una semana y luego no pudiste completar todas las tareas que tenías pendientes? ¿Qué actividades estimulantes sueles hacer durante tu día para salir a tiempo de tu jornada laboral? Déjame tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!
¡Un abrazo!