Queremos que el trabajo en remoto funcione usando los mismos métodos que el trabajo presencial.
Y ya te puedes imaginar el resultado…
¡El trabajo en remoto no funciona!
Si no adaptamos la tipología de liderazgo a esta nueva situación, lo más probable es que los resultados disten mucho de ser los deseados.
La hibridez de los equipos es un matiz difícil de definir, ya que existen muchísimas casuísticas que lo hacen complejo.
No hay una única manera de trabajar de forma híbrido, aunque sí debe existir voluntad de construir una identidad híbrida por parte de los responsables de equipo (por arte de magia no va a aparecer).
En este artículo compartiré 12 claves prácticas para gestionar equipos que mezclan el formato presencial y en remoto.
¿Qué es lo que mejor te funciona a la hora de liderar equipos híbridos? ¡Te leo en la sección de comentarios! 👇
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1# ¿El liderazgo híbrido funciona o no?
Son varias las empresas que mandado a todos sus colaboradores a las oficinas sin rastro de trabajo en remoto.
La pregunta inevitable es…
¿Funciona esto del trabajo híbrido o solo es una moda pasajera?
Olvida si tu trabajo es presencial o remoto, en realidad este no es el problema.
La clave está en estos 3 puntos:
Tipología de tareas: este punto lo dejo a medio desarrollar, ya que justamente le dedicaremos un espacio en el siguiente (matriz de trabajo). En resumidas cuentas, el tipo de trabajo importa: si es colaborativo o no, si tiene interdependencia o no, si presenta muchas novedades o es más rutinario…
Rasgos psicológicos: ser introvertido o extrovertido, tener más o menos autocontrol, ser una persona más creativa o más estructurada (o ambas cosas). Todos estos factores psicológicos serán determinantes para elegir la modalidad de trabajo adecuada.
Preferencia del líder: la predisposición de la persona responsable también influye (y mucho), sobre todo porque se va a reflejar en las decisiones diarias sobre cómo trabajar, cómo interactuar, y cómo generar relaciones profesionales de la manera más íntegra.
2# Reflexión inicial sobre el Liderazgo Híbrido
3 preguntas previas que deberías hacerte antes de empezar a construir tu equipo híbrido de alto rendimiento:
¿Cómo puedo medir el rendimiento de manera efectiva sin depender únicamente de la supervisión presencial?
¿Cómo estoy apoyando el desarrollo y crecimiento profesional de cada miembro del equipo, sin importar su ubicación?
¿Qué herramientas y procesos necesito para asegurar una colaboración efectiva y transparente?
3# Matriz del Trabajo Híbrido
Evaluar el grado de trabajo híbrido tiene que ver con la naturaleza del trabajo, no tanto con la posición concreta. Hasta aquí bien.
Avancemos.
Ahora quédate con estos 2 ejes fundamentales para gestionar adecuadamente un entorno híbrido: interacción y complejidad.
Estos son los 4 cuadrantes que deberías tener en cuenta en la matriz del trabajo híbrido:
Alta interacción y baja complejidad: ideal para actividades colaborativas rápidas y dinámicas, como reuniones creativas y de trabajo cooperativo.
Alta interacción y alta complejidad: perfecto para proyectos estratégicos que requieren trabajo en equipo profundo y presencial.
Baja complejidad y baja interacción: tareas individuales y rutinarias, ideales para el trabajo remoto.
Baja interacción y alta complejidad: trabajo especializado que demanda enfoque y autonomía, mejor gestionado a distancia.
4# El equilibrio perfecto entre Remoto y Presencial
Sé que muchas empresas tratan de ser políticamente correctas y proponen un patrón común para todos los colaboradores.
Ejemplos: 1 día en remoto y el resto en la oficina, 2 días en la oficina y el resto en remoto…
Y en el fondo lo entiendo: hay que buscar soluciones para que todo el mundo sienta que tiene las mismas opciones.
No obstante, la cruda realidad es que imponer un esquema concreto no tiene mucho sentido.
No es un tema de días ni de horas, sino de cuál es el formato óptimo para cada actividad profesional.
Dependerá básicamente de 2 factores muy relevantes:
Preferencia del Líder: los designios del supervisor son prioritarios para prevenir daños mayores en el futuro. Si el líder no es amante del trabajo en remoto, es fácil que anteponga las personas que estén presencial debido a sus preferencias de gestión.
Matriz del Trabajo Híbrido: tomando como ejemplo la matriz del trabajo híbrido que vimos en el punto anterior, nos puede servir como punto de referencia para identificar qué tipo de trabajo tenemos en el equipo y qué formato funcionará mejor para cada actividad profesional.
5# Ejercicio práctico para mejorar tu Liderazgo Híbrido
Aquí tienes 8 preguntas clave para evaluar el grado óptimo de presencialidad y remoto en un equipo:
¿Qué nivel de interacción requiere esta tarea o proyecto para ser exitoso?
¿Cuánto de esta interacción puede hacerse de manera efectiva con herramientas virtuales?
¿Cuáles son las actividades del equipo que se benefician más de la colaboración presencial?
¿Qué tan crítico es el acceso a recursos físicos o específicos del lugar de trabajo?
¿Qué tan autónomos son los miembros del equipo para gestionar sus responsabilidades desde un entorno remoto?
¿Cómo afecta el trabajo remoto o presencial a la cohesión y el sentido de pertenencia del equipo?
¿Qué desafíos enfrentan los miembros del equipo cuando trabajan a distancia (comunicación, acceso a tecnología, distracciones, etc.)?
¿Qué flexibilidad necesitan los integrantes para equilibrar su productividad con su bienestar personal?
6# Condiciones básicas de Presencialidad
A pesar de que el trabajo remoto es totalmente viable y productivo, lo cierto es que la presencialidad tiene varios componentes que lo hacen único:
Consenso de objetivos: reunirse en persona facilita alinear metas, aclarar expectativas y resolver dudas en tiempo real. Este contacto directo refuerza el compromiso del equipo y evita malentendidos sobre el rumbo del proyecto.
Ejemplo: una reunión de inicio de proyecto en la oficina donde se define la visión y las metas, permitiendo que todos contribuyan y salgan con claridad sobre su rol.
Ideas emergentes: el intercambio espontáneo en un entorno físico puede generar ideas innovadoras. Las conversaciones casuales y las dinámicas presenciales suelen abrir puertas a perspectivas nuevas y creativas.
Ejemplo: durante una pausa para el café, surge una idea clave para optimizar un proceso que no habría emergido en un entorno estrictamente virtual.
Consolidación de comunidad: la presencialidad fomenta la conexión emocional entre los miembros del equipo. Interacciones cara a cara, actividades sociales y momentos compartidos ayudan a construir confianza y un sentido más profundo de pertenencia.
Ejemplo: un taller presencial de team building donde los integrantes del equipo colaboran para resolver desafíos, reforzando sus relaciones y confianza mutua.
7# Evita estos comportamientos en Trabajo Híbrido
Micromanagement: controlar cada detalle puede generar desconfianza e inhibir la autonomía del equipo. En lugar de vigilar, enfócate en resultados y permite que los colaboradores gestionen su tiempo.
Reuniones constantes: el exceso de reuniones reduce la productividad y genera fatiga. Establece reuniones esenciales y respeta el tiempo de los equipos para concentrarse en su trabajo.
Espacios de aprendizaje: no descuides las oportunidades de aprendizaje compartido. Asegúrate de incluir momentos formales e informales, tanto remotos como presenciales, para fomentar el crecimiento continuo.
Confusión de roles: la falta de claridad sobre quién hace qué puede crear caos. Define responsabilidades claramente y comunícalas de forma transparente para evitar malentendidos.
Comunicación invasiva: mensajes a toda hora rompen el equilibrio entre vida laboral y personal. Establece normas claras para los horarios de comunicación y respétalos.
No trates diferente: evita que los trabajadores remotos o presenciales sientan favoritismos. Asegúrate de ofrecer las mismas oportunidades y recursos para todos, sin importar su ubicación.
8# Potencia las Competencias Digitales del Trabajo Híbrido
La productividad en un equipo no comienza con herramientas ni métodos, sino con una mentalidad adecuada. Antes de implementar cambios, es clave entender las necesidades reales del equipo y alinear sus objetivos. Una vez establecido un método claro y compartido, las herramientas se convierten en un apoyo valioso para consolidar procesos, pero nunca deben ser el punto de partida ni una carga innecesaria.
3 competencias básicas para gestionar el trabajo híbrido:
Mentalidad por encima de Método: no apliques ningún método de productividad si tu equipo no está preparado para ello. Me explico mejor: tu equipo no ‘necesita’ un método, quiere trabajar mejor para lograr sus propios objetivos.
Método por encima de Herramientas: antes de implementar ninguna herramienta de productividad, primero hay que diseñar y consensuar una forma de trabajar. Las herramientas pueden llegar a ser un lastre si están mal gestionadas, por eso primordial establecer unos principios compartidos de gestión antes de incorporar software nuevo (normalmente genera rechazo inmediato, con permiso de los más ‘freaks’).
Herramientas como complemento ideal: las herramientas deben ser un apoyo, no el centro del trabajo. Elegir la adecuada depende de cómo se adapta a los principios y flujos ya establecidos. Si el método está claro, las herramientas serán más fáciles de adoptar, permitiendo automatizar tareas, centralizar información y medir resultados sin generar frustración ni distracciones innecesarias.
9# Tipos de Reuniones en el Trabajo Híbrido
En un entorno híbrido, no todas las reuniones son iguales ni tienen el mismo propósito. Identificar el tipo de reunión y gestionarla adecuadamente es clave para optimizar el tiempo y mantener la productividad. Desde la revisión de tareas hasta la toma de decisiones críticas o la construcción de relaciones dentro del equipo, cada formato tiene su rol específico y su mejor forma de ejecutarse:
Reuniones Operativas/Seguimiento: son reuniones enfocadas en revisar resultados, informar avances y alinear tareas. Para evitar que se conviertan en un uso innecesario de tiempo, es recomendable reducirlas al mínimo y, siempre que sea posible, convertirlas en actividades asíncronas, como informes o tableros compartidos. Mantenlas cortas, con un orden del día claro y solo si son absolutamente necesarias.
Reuniones Estratégicas: estas reuniones se centran en la toma de decisiones importantes o en abordar temas críticos para el proyecto o la organización. Dada su relevancia, deben realizarse de manera presencial o virtual en tiempo real, garantizando la participación activa de todos los involucrados. Es crucial planificarlas bien, definir objetivos concretos y generar un espacio que favorezca la colaboración y el pensamiento estratégico.
Reuniones de Equipo: suelen ser las más descuidadas, pero son fundamentales para conectar emocionalmente a los miembros del equipo. Estas reuniones ayudan a construir cohesión, generar confianza y reforzar el sentido de pertenencia. Poténcialas incorporando actividades sociales, reconocimiento de logros y espacios para compartir experiencias, creando lazos más fuertes y duraderos entre los participantes.
10# 5 factores de la Comunicación Híbrida
En un entorno híbrido, la comunicación se convierte en el pilar fundamental para conectar equipos dispersos y mantener la cohesión. No se trata solo de hablar, sino de hacerlo de manera estratégica y consciente.
Aquí te comparto 5 factores clave para potenciar la comunicación híbrida y asegurar que todos estén alineados, comprometidos y efectives:
Construye identidad colectiva: fortalece el sentido de pertenencia creando valores, objetivos y rituales compartidos entre el equipo, independientemente de la ubicación. Esto ayuda a reducir la desconexión y fomenta la unidad en entornos híbridos.
Comparte experiencias vitales: promueve espacios donde los miembros del equipo puedan compartir historias personales o logros, fortaleciendo vínculos emocionales y construyendo confianza más allá de las tareas diarias.
Entrena habilidades verbales: asegúrate de que el equipo pueda expresar ideas de manera clara y asertiva en reuniones virtuales y presenciales. Fomenta el uso de preguntas abiertas y la retroalimentación constructiva.
Entrena habilidades no verbales: enseña a interpretar y transmitir señales como tono de voz, lenguaje corporal y expresiones faciales, especialmente en videollamadas, donde estos elementos pueden perderse o malinterpretarse.
Planifica contenido comunicativo: define qué información se compartirá, cómo y cuándo, para evitar confusiones. Usa herramientas digitales para organizar el flujo de comunicación y asegura que todos tengan acceso a los mismos mensajes clave.
11# La Comunicación Híbrida es otra cosa
Trabajar en remoto no significa estar siempre conectado, pero es esencial establecer un protocolo de comunicación claro para evitar confusiones y mejorar la eficiencia.
Este protocolo debe definir qué herramientas utilizar para cada tipo de interacción (mensajería instantánea, correo, videollamadas, etc.) y en qué momentos o situaciones usarlas. Además, es importante acordar normas sobre tiempos de respuesta y horarios, respetando los límites entre vida laboral y personal.
Una buena estructura evita la sobrecarga de mensajes, fomenta la claridad y asegura que todos los miembros del equipo estén alineados sin necesidad de una comunicación excesiva.
12# Organiza todo tu Trabajo como Líder Híbrido
Gestionar equipos en un entorno híbrido requiere el uso estratégico de herramientas de gestión de proyectos para optimizar la comunicación y mantener la transparencia.
Estas herramientas permiten centralizar información, establecer prioridades y dar visibilidad a los avances de los objetivos, evitando la sobrecarga de mensajes innecesarios y el caos organizativo.
Además, ayudan a que todos los miembros del equipo estén alineados y enfocados, independientemente de si trabajan de forma remota o presencial.
Una buena gestión de estas plataformas fortalece la colaboración y mejora la eficiencia general del equipo.
¡Ahora es tu turno! ¿Cuál de estas recomendaciones vas a aplicar para trabajar efectivamente de forma híbrida? ¿Cuáles de estas recomendaciones ya pudiste experimentar y cuál fue el resultado? ¿Qué otras recomendaciones te han funcionado a ti a la hora de mejorar tu liderazgo híbrido? Déjanos tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!
¡Un abrazo!