LA PRODUCTIVIDAD DEL FUTURO SERÁ IRRECONOCIBLE
¿Cómo trabajaremos en esta próxima década? ¿Será muy diferente a cómo lo hacíamos durante los últimos años?
La respuesta más sabia y prudente es: depende.
Cada persona, profesión y sector es una dimensión única, como si se tratara de un ecosistema propio. Es verdad que todo estará cada vez más interconectado que nunca, pero la productividad personal del futuro es y seguirá siendo… personal.
Aunque las garras del futuro aprieten con una fuerza implacable, no todo el mundo buscará la forma más optimizada y efectiva de trabajar. Cada persona entenderá y aplicará la productividad dentro de sus propias necesidades, así que la divulgación de la ‘productividad personal del futuro’ será crucial por parte de la empresas.
No todas las personas están dispuestas a cambiar porque el futuro ya esté aquí con nosotros. Hay profesionales que seguirán cumpliendo con sus mínimas obligaciones para seguir subsistiendo. El futuro también tendrá su dosis de holgazanería social bien cubierta. Ni las máquinas van a poder frenar este fenómeno tan asentado en la esfera profesional.
Este post no va de robocalipsis. La batalla Robots vs Humanos ya no tiene sentido. La colaboración entre ambos es un hecho consumado en casi todos los ámbitos del mundo profesional, así que te propongo un artículo 100% human tech, es decir, la integración total entre personas y tecnología.
Con el ánimo de contagiar el espíritu positivo (y funcional) de la productividad personal en la 4ª revolución industrial, he ido recopilando los retos más importantes de la productividad durante más de 7 años trabajando en ella. Espero que te resulten interesantes, hazme saber lo que piensa en el apartado de comentarios.
Estos son mis 20 retos sobre productividad personal que serán clave en el futuro del trabajo:
1# TENDREMOS MÁS ROBOTS QUE PERSONAS EN LA OFICINA
Según los datos que nos arroja el World Economic Forum para la próxima década, está previsto que en 2025 trabajen más robots que humanos en la oficina.
Este fenómeno no se producirá de igual manera en todos los sectores, pero lo que sí está claro es que la robótica cada vez tendrá más relevancia en la nueva fuerza de trabajo.
Estos cambios no sólo afectarán a los resultados económicos de la empresa, sino que también influirán directamente en la forma de trabajar de los colaboradores. No es lo mismo relacionarse con un robot que con una persona, y eso exigirá unas habilidades ‘sociales’ desconocidas que en la mayoría de los casos todavía no se han desarrollado.
¿Cómo solucionaremos los conflictos que tengamos con las máquinas? ¿Qué pasará cuando un robot no cumpla con los plazos previstos? ¿Y si la máquina falla en la planificación de un proyecto?
Parece preguntas relativamente fáciles de responder para un robot (se reprograma el software y listo), pero en cambio sí serán más complicadas para las personas que tengan que lidiar con ellas.
Esta situación también provocará una triangulación entre colaboradores, clientes y robots. ¿Quién será el responsable cuando una venta salga mal? ¿Quién se encargará de atender a un cliente insatisfecho después de una mala experiencia? ¿Quién será el próximo empleado del mes? ¿Un humano o una máquina? ¿En base a qué criterios?
Afortunadamente no todo son nubarrones negros a la vista, ya que disponer de tantos robots será un gran estímulo para la inteligencia colectiva y la productividad de las personas. Desahuciar nuestra mente de tareas rutinarias y aburridas, nos da alas para ir más allá en los nuevos retos de las empresas.
Si ahora mismo te estás preguntando en qué habilidades tienes que invertir para no quedar eclipsado por la robótica inteligente, te invito a que leas este artículo donde encontrarás las habilidades que un ser humano puede desempeñar de forma excepcional.
2# EL NIVEL DE COMPLEJIDAD DE LAS TAREAS AUMENTARÁ EXPONENCIALMENTE
La irrupción masiva de los robots en el trabajo traerá varias consecuencias, y una de ellas tiene que ver con la automatización de muchos procesos que ahora hacemos de forma manual. Este nuevo proceso de automatización provocará que muchas tareas que hacíamos antes ya no tengan valor, por lo que nuestra aportación como colaboradores de la empresa tendrá que subir un escalón más.
Eso significa que más de un puesto de trabajo quedará en entredicho, con lo que todos los empleos aumentarán su nivel de complejidad. En el 2022, está previsto que los humanos y los robots hagan prácticamente el mismo número de tareas (previsión: 58% humanos y 42% máquinas). Para que veas la diferencia, mira los datos de quién hizo las tareas en 2018: 71% humanos y 29% robots.
Un ejemplo de posición laboral que está sufriendo una gran transformación: la selección de personal. Si bien hace unos años todo el proceso de reclutamiento era prácticamente manual, en la actualidad casi todo el proceso está automatizado. Este nuevo marco genera que muchos reclutadores se hayan convertido en gestores de datos, además de especialistas en software para detectar las habilidades adecuadas para los candidatos. Por supuesto, las habilidades psicológicas y sociales siguen siendo importantes a pesar de los nuevos avances tecnológicos.
Esta complejidad en los puestos de trabajo influye en la interdependencia, es decir, el grado en que los colaboradores se relacionan entre sí. A mayor complejidad, mayor será la necesidad de contar con el apoyo de otros compañeros.
Esto provocará que muchos trabajos que hasta ahora eran más ‘solitarios’, les tocará aunar fuerzas con otras personas. Y este proceso está lleno de luces y sombras: más trabajo en equipo, pero también más conflictos (lee el punto número 4 para saber más).
Teniendo en cuenta este aumento de la complejidad, la creatividad exponencial será una habilidad muy requerida por las empresas en la próxima década, imprescindible para la resolución de problemas complejos.
3# LA HUMANIDAD TENDRÁ UN VALOR INCALCULABLE
Que sí, que tienes razón. Lo del 'factor humano diferencial' lo hemos escuchado mil veces. Pero es que resulta vital como el aire que respiramos, un factor crítico para cualquier empresa según la estrategia que decida seguir.
‘Mostrar humanidad’ no será un requerimiento imprescindible, cada empresa (y sus selectos clientes) seleccionará qué nivel de humanidad querrá desarrollar. Según la tipología de negocio y la calidad del producto/servicio que se quiera mostrar, humanizar los empleos será al final una decisión estratégica de las corporaciones.
¡Ah! Por cierto, cuando hablamos de humanización nos referimos a la importancia que tendrá el factor humano en el negocio de una empresa.
Ejemplo: si un restaurante decide automatizar todo su proceso y prescindir de colaboradores humanos, nos encontramos ante una estrategia de negocio poco humanizada. Si por lo contrario decide incluir 50% robots y 50% personas, el nivel de humanización de la empresa será mucho mayor. Obvio.
Ambos modelos tendrán sus ventajas e inconvenientes. Un negocio automatizado al 100% puede ser mucho más eficiente tanto a nivel económico como para la eficiencia de los procesos. En cambio, una negocio que apoye las personas por encima de los robots, tendrá ventajas de cara a la personalización a la hora de realizar la experiencia del cliente.
Siguiendo esta línea, la robotización de los negocios también tendrá que ver con los humanos. Algunas empresas se están robotizando más que nunca, aunque en cambio siguen contratando a un nivel muy superior al de los últimos años.
El nivel de humanización estará vinculado con la productividad personal de los colaboradores, ya que no será lo mismo una empresa basada en las habilidades sociales de los empleados humanos u otra empresa que sólo use robots en su fuerza de trabajo.
4# LA COLABORACIÓN TENDRÁ MÁS FRENTES ABIERTOS QUE NUNCA
La creciente complejidad de las tareas también tendrá sus consecuencias en la colaboración entre diferentes stakeholders de una empresa (incluyendo clientes y proveedores).
Cuando el nivel de dificultad de una tarea es bajo, se puede gestionar de forma fácil entre los compañeros que se encargan de llevarla a cabo. Cuando la complejidad de una tarea es alta y hay mucha incertidumbre sobre cómo hacerla, entonces la posibilidad de aparecer conflictos es mucho más elevada.
Con eso no quiero decir que el futuro estará plagado de conflictos insolucionables, pero sí que es verdad que la incertidumbre puede colisionar directamente con los miedos de los colaboradores.
Cuando hay muchas dudas, muchos retos, procesos que no son claros, es bastante factible que aparezcan ciertos malentendidos. Estas desavenencias son un torpedo para la productividad del equipo, por lo que la gestión de conflictos será una competencia esencial para los colaboradores.
Por este motivo, la sinceridad radical será una actitud muy importante para generar confianza con el equipo a la hora de comunicar. Si también te estás preguntando cómo puedes acabar con la improductividad de tus colaboradores, prueba a emplear estas 4 técnicas para mejorar la productividad en equipo.
5# EL APRENDIZAJE SE CONVERTIRÁ EN UNA TAREA RUTINARIA
Aprender ya no será voluntario, será prácticamente una obligación. La velocidad de crucero de la innovación se incrementará cada vez más, por lo que la adquisición de nuevos conocimientos será un punto clave en la gestión de personas de cualquier organización.
Hoy día un colaborador sabe que tendrá que aprender muchas habilidades nuevas, el reto estará en encontrar fuentes confiables de conocimiento y adquirirlo con la velocidad que requiere el mercado. El life-long learning o el aprendizaje para toda la vida ganará peso en los planes de desarrollo profesional de las empresas.
Si nos ceñimos a las habilidades necesarias en 2020 a nivel laboral, una de las más potentes sin duda es la flexibilidad cognitiva. Por flexibilidad cognitiva entendemos la capacidad que tiene nuestro cerebro para adaptarse a situaciones nuevas o inciertas.
Esta habilidad es vital para afrontar con éxito todos los cambios que nos vienen. De hecho, se estima que en 2022 más del 54% de todos los empleados a nivel global necesitarán un ‘reskilling’ y un ‘upskilling’ significativo. Esta necesidad se traduce en más formación (de calidad) para los colaboradores.
El reto por parte de Recursos Humanos será mayúsculo a la hora de formar y capacitar a los equipos: encontrar la manera más operativa de ofrecer formación continua y (lo más complicado) conseguir que se aplique en las organizaciones lo antes posible. Actuar en un mundo híper-estimulado es un cambio monstruoso para muchas personas, que deberán pasar de ‘pensadores’ a ‘hacedores’.
Además, en todo este proceso encontramos un factor crítico de productividad: compatibilizar las necesidades de aprendizaje de nuevas habilidades con la creciente complejidad de las tareas. Los colaboradores tendrán que encontrar un equilibrio óptimo entre la integración de nuevos conocimientos y la gestión de todos los proyectos y tareas que tienen en marcha.
6# LA ATENCIÓN SERÁ UNA COMPETENCIA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El futuro de la atención está siendo ametrallado por las cantidades ingentes de distracciones que tenemos a nuestro alrededor. Aquí no solamente podemos responsabilizar a los distractores internos, sino también a nuestro propio comportamiento disperso y poco focalizado.
Los datos son alarmantes: los humanos seremos capaces de sostener nuestra atención 8 minutos (de media) a partir de 2020. Teniendo en cuenta que la atención es la competencia más determinante para obtener calidad en los resultados de nuestro trabajo, este dato puede suponer una verdadera convulsión en el mundo de los negocios.
La atención lo es todo, es la madre nodriza de cualquier habilidad núcleo que queremos desarrollar. Sin atención no hay innovación, creatividad, motivación… todo cae en un saco roto de mediocridad y dispersión.
Si no invertimos en la calidad de la atención de nuestros colaboradores, se atisba un futuro incierto en lo que concierne a la productividad de los equipos. Si estás pensando de qué manera puedes incrementar tu capacidad de atención, lee este artículo sobre la técnica más completa para multiplicar tu concentración.
Si quieres conocer más detalles sobre el futuro de la atención y su relación con las últimas investigaciones en las neurociencias, te recomiendo este artículo donde analizo el vínculo entre la productividad y la atención del futuro.
7# LAS HERRAMIENTAS DE PRODUCTIVIDAD MEJORARÁN SU INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Muchas personas han centrado su rendimiento en el correcto funcionamiento de las herramientas de productividad. Cuando hablamos de este tipo de herramientas nos referimos a aplicaciones, software y programas que nos ayudan a gestionar, acelerar, monitorizar, concentrar y estandarizar acciones concretas, proyectos y tareas.
Las herramientas de productividad están cambiando a pasos agigantados, y cada vez nos ofrecen mayores prestaciones para agilizar y automatizar nuestro trabajo. Esto no significa que estas herramientas van a reemplazar nuestro trabajo, pero sí que es verdad que nos ayudarán a prestarle menos atención a actividades que los humanos hacemos peor que las máquinas.
Estas herramientas no están mejorando porque cada vez tienen más funcionalidades cool, sino porque se ha mejorado su inteligencia artificial. Un ejemplo muy sencillo lo podemos encontrar en gestores de correo como Gmail u Outlook, que progresivamente van incorporando algoritmos con inteligencia artificial (IA) para facilitarnos nuestro trabajo con la gestión del email. Astro es una excelente herramienta que mejora la IA de ambos gestores de correo.
Estas mejoras en la inteligencia artificial de las herramientas va más allá de los gestores de correo, y ya lo podemos encontrar en la gran mayoría de programas y aplicaciones. Trevor por ejemplo mejora tus flujos de trabajo y la gestión de tareas en base a tus rutinas personales y profesionales.
Estas herramientas de productividad con inteligencia artificial nos permitirán incrementar nuestra atención en el trabajo que realmente hacemos mejor que los robots. El despliegue masivo (y bien implementado) de herramientas esta próxima década repercutirá en la mejora de productividad de muchas organizaciones.
8# MANTENER LA ENERGÍA MENTAL SERÁ UN ARTE MUY VALORADO
La velocidad y el trajín del trabajo provoca que muchas personas se sientan constantemente agotadas. Este agotamiento generalizado por parte de muchas personas tendrá un impacto increíble en la productividad.
Si tomamos los últimos datos de la Sociedad Española de Sueño, tenemos que más de la mitad de los españoles (58%) considera que duerme mal. En esta encuesta hay un dato muy alarmante: el 13% de las personas considera que no duerme ‘nada bien’. A nivel de horas de sueño, la media española se sitúa alrededor de 6,8 horas entre semana.
La energía y la frescura mental tienen su fuente más importante en el sueño, así que cualquier déficit de descanso se traducirá en un empeoramiento de la calidad de los resultados y en una mayor conflictividad entre los colaboradores.
La causa o las causas de esta mala calidad del sueño está asociada al aumento de la exposición lumínica (artificial) que tenemos los seres humanos. La no desconexión tecnológica (usar el teléfono en la cama o ver una serie justo antes de ir a dormir) tiene consecuencias severas a la hora lograr un sueño reparador.
Este exceso tecnológico no sólo lo vivimos a nivel doméstico, sino también en el marco laboral. El uso desbocado de la mensajería instantánea nos aumenta los niveles de ansiedad y nos dificultan el sueño. Esta falta de descanso tiene graves consecuencias en la productividad de los empleados, y por supuesto impacta en la autogestión a la hora de planificarse y organizarse.
Si quieres conocer cómo funciona tu nivel de energía mental durante el día, te invito a que leas esta megaguía sobre cómo puedes convertirte en la persona con más energía (y entrenarte para ello).
9# SE CREARÁN ESPECIALISTAS EN ELIMINAR PROYECTOS Y TAREAS IRRELEVANTES
Si bien es cierto que este rol profesional ha existido durante mucho tiempo, creo que en esta próxima década se convertirá en un posición laboral muy necesaria. Llámame loco, pero incluso me atrevo a pronosticar que será una actividad muy cotizada en las empresas.
En una era profesional donde se inician proyectos cada segundo, lo más importante será encontrar a quien sea capaz de terminarlos. La figura del Project curator o curador de proyectos se convertirá en un elemento imprescindible para reenfocar las prioridades de la empresa.
Haciendo cálculos estadísticos con mis clientes, hemos calculado que el 80% de las tareas que anotamos no llegan a realizarse nunca, por lo que es bastante evidente que tenemos un exceso de ruido en nuestra rutina laboral. Muchas veces y por miedo a no deshacernos de ellas, mantenemos todas esas tareas en listas interminables que jamás terminan de desaparecer.
El problema no son las listas interminables de tareas, sino la percepción mental de que tenemos muchas tareas pendientes. Cuando sólo se trata de una lista no pasa nada, pero cuando tienes varios frentes abiertos la cosa se complica. A nivel psicológico y emocional tiene consecuencias nefastas, ya que nos aumenta ‘gratuitamente’ nuestro nivel de estrés, ansiedad y frustración.
La función principal del Project Curator (que podrá adoptarlo una persona concreta dentro de un equipo) será la eliminación de los proyectos que no tienen sentido, con el objetivo de centrarse en los proyectos realmente relevantes para la empresa y así eliminar ruido y frustración.
10# LOS SISTEMAS DE PRODUCTIVIDAD SERÁN DIGITALES
Es una pregunta obligatoria en todos nuestros talleres de Neuroproductividad: ¿sueles organizarte más en papel o prefieres hacerlo de forma digital? La verdad es que muchas personas usan un sistema híbrido (papel + digital), pero el formato estrella todavía sigue siendo el papel.
El papel está despareciendo en muchos ámbitos y la tendencia sigue imparable. Teniendo en cuenta la creciente preocupación de la población y las empresas por el medio ambiente, es muy probable que el consumo de papel tienda a disminuir drásticamente en esta próxima década. Algunas empresas ya se están pasando a la moda paperless (cero uso de papeles en la organización).
Este fenómeno también implicará cambios en la manera que nos organizamos, o más concretamente, en el formato que usamos para anotar, clasificar y planificar nuestras tareas.
El formato digital por el que optes será lo menos relevante, ya que lo verdaderamente importante es el sistema de productividad que tengas. Hay mil herramientas digitales en el mercado para planificar tareas y proyectos (Trello, Asana, Meister Task, Airtable, Basecamp…). Todas igual de buenas si están bien gestionadas.
Este cambio de hábitos del papel a lo digital será un reto considerable en muchas empresas donde el papel todavía es el rey, ya que se generarán resistencias iniciales durante el proceso de adaptación.
Haz clic en este enlace si quieres saber cómo tiene que ser tu sistema ideal de productividad
11# LA DIETA DIGITAL SERÁ VITAL PARA NUESTRA SALUD
El culto al cuerpo y la importancia del capital erótico seguirán acaparando la gran mayoría de las dietas, pero lo cierto es que hay una dieta que será (casi) obligatoria en esta década que está a punto de entrar.
Hablamos de la dieta digital, una dieta basada en consumir menos contenidos desde los diferentes dispositivos electrónicos (teléfono, table, ordenador/computadora…). Esta dieta ‘hipocalórica’ tiene como objetivo evitar la enorme dependencia que tenemos con el mundo digital, así como poder desarrollar competencias cognitivas y psicológicas que se producen fuera de las pantallas (negociación, inteligencia emocional, liderazgo…).
Igual que cuidamos nuestra silueta y ponemos todo nuestro empeño para lograrlo, la dieta digital será una práctica que tendremos que hacer para cuidar nuestra mente. No es extraño ver hoy retiros de varios días sin tener nada a tu alcance que sea digital.
La tiranía de la inmediatez digital nos limita nuestra capacidad de sosiego y de pensamiento reflexivo, ya que la velocidad del mundo online tiende a descentrarnos de nuestras propias necesidades.
El consumo exacerbado de contenido digital nos ha llevado a un estrés crónico de más del 75% en las empresas (por supuesto hay otras causas), y a unos niveles de ansiedad que jamás habían sido registrados desde que tenemos datos (61% de los colaboradores de la empresa).
Durante esta próxima década, muchas empresas implementarán una dieta digital a sus colaboradores de forma casi obligada, con el objetivo de evitar problemas graves de salud mental y para aumentar el nivel de concentración requerido por el aumento de la complejidad de las tareas (ver punto 2 de este artículo).
12# LA BRECHA GENERACIONAL SERÁ CADA VEZ MÁS PEQUEÑA
Si le echas un vistazo rápido a todas las generaciones que se han identificado en la actualidad, lo cierto es que la memoria humana se antoja insuficiente para recordar todas las clasificaciones: Generación Silenciosa, Baby Boomers, Generación X, Generación Y (Millennials), Generación Z (Centennials)…
Existieron, existen y existirán diferencias generacionales, aquí no hay dudas. No obstante, a nivel demográfico estamos viviendo una situación sin precedentes en la historia humana: hay países que pierden (muchos) habitantes debido a su baja natalidad.
Según las estadísticas del INE (Instituto Nacional de Estadística), casi la mitad de la población tiene más de 50 años. Si lo miramos un poco más en detalle vemos los siguientes datos: casi un 17% de las personas tienen más de 65 años y casi un 10% cumplirá 65 años durante la década del 2020. La gran mayoría de estas personas no desempeñarán un actividad profesional en esta nueva década, por lo que las generaciones más antiguas quedarán fuera del mercado.
Esto implicará que en las empresa habrá muchos colaboradores de generaciones Millennial y Centennial, así como la aparición de una siguiente generación venidera. El tema es que ambas generaciones predominantes esta década serán menos en números totales, sobre todo por el decrecimiento de la tasa de natalidad durante los últimos años.
Esta brecha generacional más pequeña (al no haber tantas generaciones directamente colaborando) influirá directamente en la productividad de los equipos (habrá que ver si para bien o no), ya que no habrá tanta disparidad entre la mentalidad de las generaciones.
13# LOS ALGORITMOS FAVORECERÁN NUEVOS MALENTENDIDOS IMPRODUCTIVOS
'Lo que diga el algoritmo'. Esta frase que parece de ciencia ficción ya está siendo hoy en día usada por muchas empresas.
Si vas a un banco y pides un crédito bancario, no es el director del banco quien te dará o no ese crédito. Será un algoritmo que, cruzando tus datos personales y tus perspectivas económicas, determinará si finalmente te otorgan o no el crédito.
Este tipo de algoritmos se reproducirán masivamente en muchos procesos de las empresas: procesos automatizados de selección de personal, blockchain para garantizar la privacidad de los datos, sistemas de traducción automáticos, aplicación de bots con Inteligencia Artificial para la comunicación interna y con clientes…
La irrupción de los algoritmos dentro de las empresa seguirá teniendo sus sesgos, y siempre habrá colaboradores que los pongan en duda. Esto provocará conflictos entre los seguidores acérrimos de los pro-algoritmos y los detractores de los anti-algoritmos. Una lucha silenciosa, aunque relevante en las empresas.
Está claro que la tecnología tendrá muchos más datos a su disposición que las personas, pero aun así seguirá existiendo la intuición humana (de momento irremplazable por los robots). Esta dicotomía intuición-algoritmo tendrá mucha influencia en la forma de trabajar y de relacionarse de los colaboradores, con el consiguiente impacto en la productividad global de las organizaciones.
14# AUTOMATIZAR SERÁ LA MEJOR MANERA DE INCREMENTAR LA PRODUCTIVIDAD
Muchas de las tareas serán automatizadas, entre un 40% y un 50%. Esto implicará un cambio radical en la ‘descripción de tareas’ de los nuevos puestos de trabajo, y sobre todo en la proliferación de tareas complejas y creativas que hasta ahora representaban un pequeño porcentaje.
Si nos ceñimos en cambio a los puestos laborales, entonces las cifras son ligeramente diferentes: alrededor del 25 al 40% de las empleos tienen muchas posibilidades de ser automatizados por las máquinas. En Japón se estima un 21% mientras que en Estados Unidos puede llegar al 38% de los empleos.
Esta evolución choca con muchas tareas que desempeñan la gran mayoría de profesionales: la sustitución de las tareas que hacen actualmente. Habrá colaboradores que serán proclives a estos cambios en la naturaleza de su trabajo, mientras que otros se opondrán al cambio progresivo de sus funciones.
El cambio profesional que se avecina tendrá que ver mucho con el manejo de la tecnología, y por supuesto antes hay que tener el mindset para adoptar todos estos nuevos aprendizajes. En Asia, casi el 20% de los jóvenes cambiará de trabajo para aprender nuevas habilidades, y muchas de ellas serán consecuencia de la automatización de otras habilidades cubiertas por las máquinas.
Convivir con la automatización será uno de los mayores retos de la productividad de los equipos, sobre todo por las diferentes ‘mentalidades de crecimiento’ que tendrá cada colaborador/a. Si la persona es ambiciosa y está dispuesta a desarrollar nuevas habilidades, sin duda la automatización será una evolución positiva. Si sucede todo lo contrario y la persona tiende a evitar la automatización de ciertas tareas de su trabajo, entonces repercutirá negativamente en el rendimiento personal y del equipo (además de la competitividad de la empresa).
15# LAS NEUROCIENCIAS NOS DARÁN CLAVES INÉDITAS PARA MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD
La evolución de las neurociencias sigue creciendo a una velocidad increíble. Ahora bien, una cosa es el aumento del conocimiento general de estas disciplinas y otra muy distinta es la puesta en práctica de los nuevos hallazgos neurocientíficos.
La influencia de las neurociencias es trending topic en muchas empresas, que tratan de introducir nuevos hábitos de bienestar y productividad para que las personas cuiden más su cuerpo y su mente.
NOTA: En este punto hay que prestar atención a la gran cantidad de mitos que existen sobre neurociencia, para poder aplicar teorías, técnicas y herramientas que hayan sido previamente validados por una disciplina científica reconocida.
Es importante que desde los departamentos de Capital Humano y Recursos Humanos se busquen técnicas probadas de neurociencia para mejorar la calidad de vida personal y profesional de los colaboradores. En esta década que iniciamos, la aplicación de la neurociencia en las empresas será un factor diferencial en la transformación de empresas más satisfactorias y saludables.
La neurociencia bien aplicada tendrá un fuerte impacto en la captación de nuevos candidatos, que cada vez tendrán más en cuenta su salud mental y su bienestar. En este artículo puedes leer sobre cómo implementar una estrategia de bienestar sin repercutir en la productividad. Porque claro, habrá que tener en cuenta las tareas asociadas al bienestar a la hora de fijar objetivos, así como permitir espacios para realizarlos durante la semana (para luego comprobar cómo esto afecta al rendimiento global de la empresa).
Por último y si te interesa la aplicación de la neurociencia en las empresas, te sugiero que le eches un vistazo a este artículo donde se habla de la importancia de hacer tangible la neurociencia para que los colaboradores entiendan la huella que tendrá en su trabajo y en ellos mismos.
16# LA INCORPORACIÓN DE NUEVAS PROFESIONES AFECTARÁ EL RENDIMIENTO GLOBAL
El auge de nuevas profesiones sigue estando a la orden del día, y está claro que los empleos ahora desconocidos estarás más presentes en las organizaciones del futuro. Concretamente, aparecerán más de 133 millones de nuevos roles profesionales que hasta ahora no existían (de aquí al 2022).
La novedad constante de estos nuevos roles afecta directamente a la productividad de los equipos, ya que el grado de novedad de estas profesiones tiene un período de aprendizaje. Esta curva de aprendizaje puede ser más o menos larga según la predisposición de los colaboradores y de la complejidad del nuevo rol, pero lo que está claro es que este ‘período de prueba’ se traducirá en una bajada de rendimiento en la fase inicial de su implementación.
Cuando todo el mundo conoce (aunque sea superficialmente) lo que hacen otros departamentos, la interdependencia entre los diferentes colaboradores es mucho más fácil. Cuando alguien te habla de una profesión que no existe y no sabes muy bien qué hace, genera una incertidumbre que se traslada a la productividad entre colaboradores y departamentos.
Según el World Economic Forum, las profesiones que más crecerán son las siguientes:
Se mantendrá el crecimiento de profesiones muy demandadas en la actualidad: Data Analysts y Scientist, programadores y desarrolladores de aplicaciones, especialistas en Social Media y E-commerce…
Los roles con habilidades humanas aumentarán: servicio al cliente (tanto presencial como online), profesionales de marketing y ventas (estos no fallan nunca), gestores de aprendizaje y talento, innovación…
Nuevos roles profesionales vinculados con la tecnología: especialistas en Inteligencia Artificial, Machine Learning, Big Data, Automatización de procesos, Seguridad de la información, Experiencia del usuario e interacción Máquina-Hombre…
17# MÁS PENSAR Y MENOS OPERAR
Entre tanta automatización de puestos de trabajo y de tareas, uno se puede preguntar qué vamos a hacer los humanos. Y la respuesta es más simple de lo que parece: pensar. Nuestra mente está diseñada para observar, reflexionar, analizar, interpretar… otra cosa es para qué la estamos usando en la actualidad.
El uso final de la tecnología es automatizar todos aquellos procesos que hacen mejor las máquinas, para que los seres humanos podamos desarrollar otras habilidades personales y profesionales que hacemos mejor.
Teniendo en consideración las turbulencias económicas y los cambios tecnológicos que se avecinan, una perspectiva analítica y reflexiva será de vital importancia dentro de las organizaciones.
El hecho de destinar más tiempo a pensar y pasar más tiempo realizando más tareas analíticas, generará una interrelación única entre los colaboradores por primera vez en la historia del mundo contemporáneo. Dedicar más tiempo a pensar cambia por completo el tipo de sinergias profesionales dentro de una empresa.
Casi todas las empresas están muy acostumbradas a ‘tachar’ tareas sin parar, yendo todo el día a velocidad de vértigo para atender a las peticiones de los clientes internos y externos. Con esto no quiero decir que en esta nueva década esto deje de suceder, pero sí que es verdad que el tipo de tareas cambiará la forma de entender la productividad como la hemos visto estos últimos años.
18# INTERPRETAR DATOS SERÁ UNA PARTE ESENCIAL DE NUESTRO TRABAJO
Ahora parece que sólo pocas profesiones se encargan de interpretar datos: analistas y científicos de datos, expertos en estadística… aunque en esta próxima década todas las personas seremos analistas de datos.
Hoy podemos sacar datos prácticamente de todas las áreas de conocimiento:
Si eres especialista en formación/capacitación: puedes comprobar el impacto de las formaciones de este último año con el anterior, teniendo en cuenta los diferentes perfiles sociodemográficos de la empresa y los diferentes departamentos. Si vas incluso más allá, puedes medir las variables (temperatura, ruido ambiental…) de cada persona para saber cuáles son las condiciones óptimas de aprendizaje.
Si eres especialista en marketing digital: puedes extraer datos de la interacción con tus clientes y prospectos, en base a lo que dicen de tu marca y de cómo lo comparan con los competidores del mercado. Puedes hacer mapas de calor de diferentes páginas web para ver dónde las personas hacen clic y compararlo con otras webs parecidas.
Aquí tienes 2 casos aislados, aunque por supuesto pueden ser extrapolados a multitud de profesiones. Los datos están ahí y no paran de crecer. En este aspecto, es importante mantener la cordura y no capturar todos los datos que circulan por ahí. Es importante determinar unos indicadores de negocio claros (KPI) y enfocarnos en los Smart Analytics (las métricas inteligentes que impactan en los objetivo de la empresa, vaya).
Eso sí, una cosa son los datos y otra muy distinta es el conocimiento. Los datos los podemos obtener con la tecnología adecuada, el conocimiento tiene más que ver con el saber-hacer del profesional. Ahí existirá un reto para los profesionales, ya que deberán añadir a sus funciones la interpretación de todos los datos que genera su trabajo.
Esta nueva tarea impactará de lleno en la productividad personal de los colaboradores, ya que significará que tendrán que sistematizar su trabajo con los datos y convertirse en consultores de datos. Esto sin duda supondrá un esfuerzo y una implicación activa que hará cambiar las prioridades del colaborador/a. Todos estos datos convertidos en conocimiento nos ayudarán a entender mejor a nuestros clientes en tiempo real.
19# PODREMOS MEDIR LA PRODUCTIVIDAD HUMANA EN TIEMPO REAL
Esta última década nos ha servido para monitorizar por completo todas las máquinas de la industria 4.0. Si una empresa así lo desea, puede ver en tiempo real todos los indicadores de rendimiento de las máquinas que tiene en sus instalaciones.
¿Podemos medir también el rendimiento de las personas en tiempo real? Hoy tenemos las herramientas necesarias, lo podemos medir prácticamente todo. Y lo mejor es que cada vez es más fácil, en la gran mayoría de ocasiones no tenemos que usar herramientas intercutáneas que dificultan su uso.
Muchas de estas herramientas y wearables están diseñados para monitorizar ciertos parámetros biométricos en tiempo real (nivel de descanso, atención, calma, estrés y ansiedad…), para que después nosotros podamos interpretarlos y generar hábitos saludables. Todos estos dispositivos ya están disponibles (no hablamos de ciencia ficción).
Todos estos datos nos darán una información muy valiosa sobre cómo se encuentra nuestro cuerpo y mente, para poder después implementar en una estrategia que no permita vivir una vida más saludable y satisfactoria. Interpretar estos datos correctamente será clave para evitar la saturación de datos irrelevantes que nos hacen perder el foco.
20# DISEÑAREMOS ESPACIOS NEUROPRODUCTIVOS PARA RENDIR MÁS
La distribución actual del espacio de muchas empresas es una alabanza a la improductividad. Los famosos open spaces cada vez tienen menos sentido en un mundo donde la complejidad y la concentración son dos ingredientes fundamentales.
La tecnología y las neurociencias nos dan muchas pistas sobre cómo debería ser el espacio del futuro, que no tiene otro objetivo que favorecer las relaciones personales y mejorar la productividad entre los diferentes equipos. También se busca generar espacios de conocimiento y generar el máximo de serenidad y paz mental de los colaboradores.
Las nuevas formas de comunicación y aprendizaje requieren otro tipo de espacios, para ello te sugiero que le eches un ojo al artículo sobre cómo deberían ser los espacios de trabajo teniendo en cuenta la Neuroproductividad.
Acostumbrarse a los cambios de diseño en el espacio de las organizaciones también será un reto de la productividad, ya que las inercias generadas en los open space forman parte del ADN de muchos colaboradores.
¡Ahora es tu turno! ¿Cuáles crees que son los retos de la productividad para esta nueva década? ¿Crees que serán muy distintos a la década anterior o serán muy similares? ¿Cómo te estás preparando en tu caso con las cambios vertiginosos en el mercado laboral? Déjame tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!
¡Un abrazo!