Las NOTICIAS matan tu PRODUCTIVIDAD

UNA RUTINA MUY ASENTADA QUE ANIQUILA TU PRODUCTIVIDAD

Son las 7 de la mañana y suena el despertador.

Si formas parte de la mayoría de la población que dejan su teléfono cerca de la cama, entonces (casi) seguro que terminarás consultando algunas de las notificaciones pendientes.

En un arrebato de curiosidad para saber qué está pasando en el mundo, lo más seguro es que acabes consultando también las noticias para conocer la última hora de la actualidad.

Esta rutina tan inconsciente tiene un profundo impacto en tu productividad.

Piensa ahora por un momento...

¿Cuántas noticias agradables sueles escuchar durante un día normal?

¿Y cuántas noticias desagradables?

¿Cómo te hacen sentir las noticias desagradables que consumes habitualmente?

Para ilustrar el impacto de las noticias en tu rendimiento, déjame compartir una situación de lo más cotidiano:

Llevas unos días mal en tu trabajo. Recientemente has escuchado repicar campanas sobre la falta de liquidez de la empresa, con los consiguientes murmullos de la escasa viabilidad de la mayoría de los puestos de trabajo (incluyendo el tuyo). A pesar de estos rumores, tú decidiste hoy dar tu mejor versión en el trabajo, pero las pésimas noticias sobre las previsiones económicas de tu país te impidieron hacerlo. Las noticias también alimentan tu diálogo interno.

Las noticias generan ruido mental, ya que cada persona las asocia con su situación actual y su propio sistema de creencias. No son inocuas para nada, y eso sin duda genera una falta de atención durante la jornada laboral.

La prensa se puede convertir en una dañina navaja afilada para tu productividad, puesto que en muchas ocasiones te hace empezar el día de forma reactiva. Si lo primero que escuchas son malas noticias sobre la economía, tu nivel de positividad se verá altamente perjudicado a la hora de afrontar con optimismo tu trabajo. Así de simple.

Este fenómeno tiene mucho que ver con la formación de impresiones hacia otras personas, donde tendemos a prestar atención a los elementos que consideramos negativos en vez de centrarnos en los que tenemos afinidad.

También sabemos que, las noticias que son percibidas como negativas, se retienen en la memoria durante más tiempo que las consideramos positivas según la forma en que entendemos nuestra realidad. 

 

CONSUMES NOTICIAS POR ENCIMA DE TUS POSIBILIDADES

El consumo de noticias ha llegado a las cotas más altas jamás vistas en la historia.

Si las cifras siguen en esta línea ascendente y se ajusta a lo que pronostican algunos estudios científicos, una persona en 2020 recibirá de media más de 300 temáticas distintas a lo largo de un año.

Una auténtica barbaridad.

Es un consumo exacerbado de información se mire por donde se mire.

Estos datos aplastan y superan cualquier dato que teníamos hasta la fecha, ya que sólo hace un par de décadas las temáticas anuales oscilaban entre 10 y 15 por persona.

Para ilustrar un poco a qué me refiero cuando hablo de “temáticas”, aquí se podrían incluir las siguientes categorías: economía, física, automovilismo, logística, psicología, neurociencia, productividad, bienestar, salud, biología…

Este consumo masivo de noticias tiene una clara afectación a nuestra capacidad de concentración, ya que cada temática recibida supone un dispendio energético que tu cerebro va consumiendo a lo largo del día.

Se estima que aproximadamente tu cerebro gasta entre un 25% de la energía total de tu cuerpo, y que el consumo de noticias puede vaciar prácticamente la mitad de esta energía cerebral a lo largo del día.

Esto nos indica que consumir muchas noticias puede tener un impacto muy desfavorable en el rendimiento de una persona, a pesar de que ni siquiera ella misma sea consciente de ese desgaste de energía mental. 

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El dato negativo de estos estudios es que nos indica que somos incapaces de recordar más del 52% de media de todas las noticias recibidas.

Invirtiendo los números desde otra perspectiva, cada persona solamente recordaría 4,8 de cada diez noticias que escanea en diagonal (ni siquiera lee).

Y lo peor de todo es que estas noticias sólo las recordamos durante unas horas, ya que al cabo de unas pocas horas (entre 5 y 6) recordamos menos de un 10% de toda la información.

Otra incógnita importante para el futuro es saber dónde queda esa información que somos incapaces de recordar y qué rol tiene en el futuro.

¿Por qué consumimos tantas noticias sin ni siquiera tener tiempo para procesarlas?

 

EL MÚSCULO DE LA ATENCIÓN ES EL REMEDIO A TODOS TUS MALES

Aquí hay muchas teorías al respecto para explicar este fenómeno, pero en este artículo nos centraremos en una habilidad mágica que será una de las competencias más importantes para el futuro: nuestra atención.

Este consumo masivo nos pasa factura en el ámbito personal y profesional. Querer estar al día de todo es una fuente inagotable de ansiedad, ya que siempre tendremos la sensación de que nos estamos perdiendo la última noticia en llegar.

Para muestra un botón, aquí tienes un ejemplo gráfico:

Esta tarde quieres descansar un poco, por lo que te estiras en el sofá para ver una serie. Poco antes de que empieces a disfrutar de tu serie favorita, decides echarle un vistazo a tu cuenta de Twitter. Ahí te empiezas a enzarzar con una larga lista de artículos y noticias que te empujan a saber más, por lo que finalmente terminas empleando más de 2 horas. Cansado y saturado de tanta información, decides finalmente ver la serie. Sin comerlo ni beberlo, acabas de consumir 2 horas de información cuando ni siquiera tenías pensado hacerlo. Bienvenido al reino de la reactividad, donde tú dejas de ser el protagonista para prestárselo un estímulo externo cargado de información.

Nuestra pérdida de atención tiene mucho (muchísimo) que ver con nuestro consumo excesivo de noticias y de información en general. Cuanto más queremos conocer el mundo que nos rodea, más posibilidades tenemos de desconectar y distraernos.

Haz clic aquí para conocer 3 falsas ilusiones que perjudican seriamente tu atención

Las noticias no sólo nos distraen en el momento de consumirlas, sino que después nos generan reflexiones, dudas e ideas que se repiten a lo largo de una jornada. Estas ideas y pensamientos influyen en tu cerebro a nivel energético, ya que nos obliga a tomar decisiones de forma continuada. 

 

LAS NOTICIAS MANIPULAN TU FORMA DE VER LA REALIDAD

La gran mayoría de personas suelen consumir noticias afines a sus puntos de vista. Si por ejemplo en tu sistema de creencias consideras que 'todos los jefes son unos explotadores', tenderás a buscar medios 'amigos' que tengan una misma visión sobre esta creencia.

Lo que a priori puede parecer una conducta bastante habitual e incluso lógica, lo cierto es que termina pasando factura al conjunto de nuestras creencias.

Si tomamos como referencia el ejemplo anterior, todos los jefes son unos explotadores, las consecuencias en tu puesto de trabajo se notarán rápido. Una creencia de este tipo te hará más desconfiado ante cualquier directriz que venga de la dirección, te hará cuestionar cualquier tarea que te asignan, tendrás tus dudas de cada decisión que se tome... en definitiva, tu implicación en el trabajo estará muy condicionada por tu creencia.

Esto es solamente un ejemplo, pero ahora imagínate la gran cantidad de creencias que circulan por los pasillos de las empresas.

Por poner otros ejemplos muy comunes:

  • Las empresas no cuidan nunca de sus colaboradores

  • Hay que desconfiar siempre de otros departamentos

  • Los jefes no tienen en cuenta la vida personal de los colaboradores

  • El sector de mi empresa está condenado a desaparecer

  • Los robots vendrán a robarnos el trabajo

  • En el trabajo no se viene a divertirse

  • Aquí siempre se ha hecho así (no podía faltar este clásico)

Y una enorme lista interminable. ¿Cuál añadirías tú? ¡Escríbemela en comentarios!

Cada una de estas creencias condiciona tu forma de entender el trabajo, y por lo tanto, inciden directamente en tu rendimiento personal y en el de tu equipo.

¿Qué tiene que ver el consumo de noticias con la productividad en el trabajo?

Están mucho más relacionadas de lo que piensas. El consumo exagerado de noticias es crítico para tu rendimiento.

Este consumo masivo de noticias impacta directamente en los siguientes factores de productividad personal:

Te vuelves una persona más rígida: las noticias que consumimos refuerzan nuestras creencias, hecho que dificulta poder tener una posición más flexible hacia ciertos posicionamientos. Si lees constantemente noticias sobre que 'todos los jefes son unos explotadores', desarrollarás una resistencia mental a colaborar con tus supervisores. En mayor o menor medida, habrás aumentado la intensidad de esa creencia y habrás reducido la posibilidad de abrirla.

Más dificultad de solucionar conflictos: fruto del factor anterior, tener unas creencias muy rígidas no te ayuda a gestionar adecuadamente los conflictos con tus colaboradores. Si endureces tu posicionamiento en relación con la creencia 'todos los jefes son unos explotadores', te costará mucho lidiar con los conflictos que tengas con tus superiores. Aunque parezca que no tenga ninguna relación, el consumo de noticias no te facilita la gestión de conflictos.

Aumenta el nivel de estrés y ansiedad: el bombardeo constante de noticias negativas colisiona directamente con tus perspectivas de prosperidad. Si cada día recibes noticias sobre el decrecimiento generalizado de las empresas de tu país, es muy probable que esa ansiedad la traslades a tu vida personal y profesional. Un consumo excesivo de noticias negativas te genera conflictos internos y ataca de lleno a tu seguridad psicológica.

Falta de foco y concentración: el exceso de noticias desestabiliza la capacidad de concentración de una persona, ya que pone el foco en multitud de frentes que no tienen que ver con las tareas que tienes que ejecutar. Si sueles consumir muchas noticias a todas horas, aumentarán sin duda tus niveles de distracción (muchas veces de manera inconsciente). Es complicado mantener el foco en una sola tarea cuando has recibido tantos estímulos en un mismo día.

Te recomiendo que le eches un vistazo a este artículo de 2018 para ver cómo afectan las noticias desagradables en la percepción de odio hacia tus colaboradores y la sociedad en general.

¿En qué notas que te afecta a ti el consumo de noticias? ¡Házmelo saber en los comentarios!

 

TODO TU PODER ESTÁ ATRAPADO EN UNA SOLA VARIABLE

Esta es la competencia más completa del S. XXI:

Atención. Capacidad de atención. La capacidad que tienes de mantener el foco en una tarea o actividad sin distraerte. La atención es el activo más importante que puede tener un profesional hoy en día.

Una acepción de atención que me encanta de la RAE: (la atención sirve) para que se aplique especial cuidado a lo que se va a decir o hacer.

¿Y qué decisiones debe tomar un emprendedor/a?

Pues seguramente muchas, pero lo más importante será esencial que sea los suficientemente innovador, creativo y que esté motivado para llegar a los resultados que tiene en mente.

En efecto, innovación, creatividad y motivación son las variables que permiten que muchas empresas sean competitivas y pueda sacar adelante su negocio. Y permíteme añadir una extra, la intuición, básica para orientarse en un mundo saturado de estímulos y escoger tu propio camino.

A continuación, me gustaría presentarte un breve resumen de la relación que hay entre cada concepto con la atención:

  • La innovación no surge si no hay capacidad de atención, ya que se requieren horas de trabajo para poder establecer un plan de innovación. Innovar tiene mucho que ver con la capacidad analítica de una persona, y eso cuesta de conseguir si no se pone foco en aquel aspecto que se desea innovar. Una persona incapaz de concentrarse tendrá menos posibilidades de lograr la innovación en su producto y/o servicio.

  • La intuición tiene una relación muy estrecha con tu capacidad de atención, ya que el hecho de decir "creo que tengo esta intuición" muchas veces implica prestarte atención a ti mismo y construir algunas ideas que tienes que reflexionar. Conectar con uno mismo es un tema de atención, ya que cuando hay dispersión tendemos a confiar más en fuentes externas que en nosotros mismos.

  • La motivación también está muy vinculada a tu capacidad de estar atento, debido a que no existen las personas motivadas de forma innata. Para estar motivado hay que estar enfocado con lo que te sucede ahora y, cuanto más distraído estés, más dificultad tendrás para tener un pico de motivación. Hoy sabemos que tu motivación, en mayor o menor medida según cada caso, varía por tu capacidad de conseguir un estado de flow (o, dicho de otra manera, es el estado de concentración total donde la persona se muestra 100% centrado en la tarea que está realizando, sin distracciones).

  • La atención tiene también un papel clave con la creatividad, ya que cualquier proceso creativo requiere de una concentración muy alta para generar ideas de calidad. Además, la creatividad está muy asociada a la capacidad de empatizar y negociar tus ideas con la de otros compañeros, y aquí la atención es un factor esencial para potenciar la escucha activa y para generar acuerdos con otras personas.

Dicho todo esto y con estos ejemplos tan potentes, podemos concluir en que la capacidad de atención será un requisito clave para el presente y el futuro que deberá tener cada trabajador para poder lograr mejores resultados y generar un mayor retorno económico a nivel personal y empresarial.

De poco sirve tener una estrategia fantástica de innovación si tu equipo está carente de concentración, por lo que será de especial relevancia formar a los futuros empleados en aumentar su capacidad de atención. Esto es algo que hasta ahora se daba por supuesto, que todos los humanos llevaban de serie, pero el gran volumen de información que tenemos ha provocado que “estar distraído” sea una característica muy arraigada en la sociedad.

Hay datos escalofriantes que amenazan seriamente nuestra capacidad de atención, ya que hace unos años (década de los 80) éramos capaces de concentrarnos durante más de 45 minutos de forma prolongada. Ahora ya estamos rozando los 20 minutos de máxima atención (incluso menos en las nuevas generaciones, donde los últimos estudios hablan de tan solo 12 minutos de media).  

No obstante, una cosa es la atención prolongada y otra muy distinta es la capacidad de poder estar concentrado en una tarea o en un pensamiento sin pensar en otra cosa. Aquí las cifras ya bajan bastante (mucho) más, y ahora mismo nos desconcentramos cerebralmente cada 5,7 segundos. Ya estamos muy lejos de los 12 segundos que teníamos hace a duras penas una década.

La atención se está convirtiendo en un animal en especie de extinción, aunque en realidad sigue siendo un activo muy valioso para tener en cuenta en nuestro futuro tanto a nivel personal como profesional. La innovación empresarial y por ende sus resultados están todavía muy asociados a la capacidad de atención de sus empleados.

Ahora me gustaría dejarte una pregunta que quizá está muy relacionada con el futuro de la atención, y esta sería la siguiente:

¿Qué sueños estás dispuesto a renunciar a cambio de seguir consumiendo cada vez más noticias?

 

CÓMO DESAPEGARSE DEL CONSUMO DE NOTICIAS SIN MORIR DE ANSIEDAD

Ahora ya sabemos las consecuencias nefastas que tiene el consumo masivo de noticias. Conocer todos los detalles no es suficiente, pero sí es un primer paso.

La autoconsciencia de que quizás seguimos una dieta hipercalórica de noticias es el diagnóstico, la próxima fase consiste en buscar maneras de reducir esta misma ingesta informativa.

En este último punto del artículo, me gustaría compartir contigo 5 recomendaciones prácticas para poner en marcha una dieta hipo-informativa:

1) Reflexiona sobre el origen de tu consumo de noticias: consultar noticias de forma compulsiva no es casual. Las causas pueden ser múltiples: una necesidad de estar informado en todo momento para sentir que no pierdes nada, una manera de sentirse conectado con el mundo y poder entablar conversaciones con otras personas, un hambre voraz de datos para poder saciar tu curiosidad en diferentes temáticas, un sensación de baja autoestima que se traduce en el consumo de noticias para compararte con otras personas o ver otras situaciones personales/laborales similares a las tuyas...

En definitiva, el origen del consumo de noticias siempre esconde una insatisfacción. Esta insatisfacción puede ser emocional (autoestima, ansiedad, estrés, autocontrol, reconocimiento, seguridad, pertenencia o identidad en un grupo de personas, resolver conflictos internos o con otros colaboradores...) o cognitiva/mental (control de la situación mediante datos y comparativas, obtener más conocimiento de nuevas fuentes, flexibilizar/desdramatizar experiencias personales, acumular temas de conversación para obtener reconocimiento social y sentir seguridad, necesidad de tener más información/datos/conocimiento para no sentir momentos de vulnerabilidad intelectual ante otras personas...).

Sea cual sea el origen de tu consumo actual de noticias, es importante que vayas más allá de decirte a ti mismo/a: tengo que dejar de consumir tanta información. Esta declaración de intenciones está muy bien, pero si eres incapaz de encontrar la causa o las causas de por qué lo haces, tendrá muchas posibilidades de recaer en el consumo cuando atravieses una mala etapa personal/profesional.

2) No reduzcas el consumo de noticias de forma drástica: en vez de abandonar las noticias de un día para otro, te propongo una dieta hipo-informativa progresiva para ir abandonando el hábito de consumir noticias de forma masiva. El objetivo tampoco no es dejar de consumir noticias para siempre, sino de racionar su consumo para no terminar esclavo de su impacto en la productividad (que también repercute en otras áreas de la vida).

La gradualidad es un ingrediente imprescindible en este proceso, por lo que procura empezar por pequeños cambios que te reporten grandes victorias en poco tiempo. Por ese motivo es importante que midas el tiempo actual que te pasas consumiendo noticias. Para ello, puedes utilizar aplicaciones gratuitas en el ordenador/computadora como Toggl, Clockify, Rescue Time y Activity Watch. En el móvil/celular puedes usar Your Hour o Screen Time. Hazlo durante una semana (aquí el tiempo lo eliges tú), y haz una media de los minutos/horas que te pasas mirando noticias. El dato que obtengas es muy importante para cualquier cambio que quieras realizar: ser consciente de tu realidad de hoy es el primer paso.

Una vez tengas esos datos disponibles, entonces podemos empezar a rebajar progresivamente el tiempo actual de consumo de noticias. Si por ejemplo en la actualidad te pasas mirando 2 horas al día las noticias, tu próximo paso puede ser dedicarle 'sólo' 1 hora y 50 minutos. Sé que puedes pensar que es cambio minúsculo, pero tu cerebro adora este tipo de psicotrampas. Si el cambio es muy brusco, tu cerebro intentará boicotearte a toda costa para que abandones este proceso.

3) Busca el momento ideal al día para consultar noticias: tu energía mental es fundamental para incrementar tu rendimiento, por eso tienes que entrenar tu cerebro para fortalecer tu capacidad de atención. Las noticias impactan muy negativamente con el nivel de ejecución de tareas, por eso debes racionalizarlas muy bien y evitar su consumo excesivo durante la jornada laboral.

Independientemente del cronotipo que tengas (matutino, intermedio o vespertino), el consumo de noticias a primera hora del día tiene horribles consecuencias para tu nivel de concentración. Tal como comentábamos en la primera parte del artículo, el consumo de información activa el diálogo interno en base a tipo de noticias que has estado mirando. Como en su gran mayoría suelen ser desagradables, es probable que inicies un diálogo interno que no te ayude a ejecutar tus tareas pendientes de forma óptima.

Si consumes noticias a primera hora del día, también tenderás a actuar de forma reactiva, es decir, que reaccionarás emocional, mental y conductualmente a todas las noticias que hayas consumido, limitando tu interés a la hora de mejorar un proceso en tu trabajo o en tu departamento.

Por ese motivo es preferible buscar un momento del día en el que tengas baja energía mental (después de comer, antes del almuerzo...), para que así el consumo de noticias no impacte directamente en los resultados de tu trabajo. Sólo con este cambio verás un cambio muy notorio en tu productividad personal, si lo pruebas me encantará conocer tu experiencia en el apartado de comentarios de este artículo.

4) Ponle límite a tu consumo de noticias actual: con los datos en mano, es mucho más fácil establecer límites al consumo actual de noticias. Si sólo nos basamos en unos datos aproximados, entonces es muy probable que repitamos la misma frecuencia diaria de consumo de noticias cada día. Así que, como ya comentamos en el segundo punto de este apartado, mide durante una semana el consumo promedio de noticias que haces cada día.

Además de buscar el momento ideal para dedicarle tiempo a las noticias, también es importante poner un marco temporal para consumirlas. El tiempo límite de consumo estará directamente relacionado con el tiempo que le estés dedicando ahora mismo, ya que la idea es ir bajando de forma gradual los minutos/horas que te pasas mirando noticias.

Una de las claves que citábamos antes tiene que ver en no consumir las noticias en el mismo momento que las encuentras. La idea es guardarlas (si crees que pueden ser relevantes) y consumirlas después. Lo puedes hacer con una aplicación como Pocket, Instapaper o Google Keep. De esta manera evitarás perjudicar tus niveles de atención y centrarte en la ejecución de las tareas en curso.

Una vez hayas establecido cuál es el momento ideal para consumir las noticias, te recomiendo que añadas un cronómetro (o incluso una alarma) para tener una referencia temporal que te ayude a marcar un límite de consumo. Si empiezas a leer noticias de forma descontrolada, lo más probable es que termines pasando varias horas en el proceso.

Con el objetivo de que no tengas mil pestañas abiertas en tu navegador leyendo noticias sin ton ni son, te invito a que pruebes la extensión para Google Chrome xTab para limitar el número de pestañas y centrarte sólo en las que tienes abiertas (tú eliges el máximo de pestañas que puedes tener abiertas al mismo momento).

Un último consejo: todas las noticias que vayas guardando y que hoy no puedas leer... ¡no las acumules! Bórralas, de verdad. No tiene mucho sentido leer noticias de hace 4 días, ya que la actualidad suele avanzar de manera muy rápida.

5) Pasa menos tiempo con personas consumidoras de noticias: cuando dedicamos mucho tiempo, esfuerzo y energía en un mismo tema, buscamos a otras personas que reconozcan esa dedicación. Esta situación también sucede con las noticias y es que, si consumimos muchas noticias diarias, buscaremos a otros colaboradores en la oficina que también estén informados para poder conversar sobre ellas.

Y es que al final buscamos reconocimiento social de todas las actividades que les dedicamos tiempo. Pueden ser las noticias, los deportes, las ciencias, los chismes... nos gusta compartir todo aquello a lo que le prestamos tiempo y atención.

Es verdad que las noticias nos dan 'temas fáciles' de conversación, e incluso nos ayudan a romper el hielo en algunos momentos puntuales. Pero también nos limitan la creatividad, y sobre todo hace que nuestros diálogos sean más previsibles y acotados. Las noticias nos dibujan un mundo muy específico, que a veces dista mucho de lo que vivimos nosotros personalmente.

Hablar con otras personas que no consumen la misma cantidad de noticias que nosotros, nos dará una perspectiva muy diferente de algunas temáticas que nosotros ya tenemos mucha información. Esta nueva situación nos dará herramientas de comunicación y nos ayudará a explorar nuevos temas de conversación de los cuales no estamos acostumbrados.

Por último, no consumir tantas noticias nos facilitará una visión menos rígida de nuestras creencias, ya que cuando consumimos información sobre los mismos temas, reforzamos la idea que tenemos sobre una postura concreta. No consumir noticias nos regala la magnífica oportunidad de abrir nuestras creencias y de ser más respetuosos con las posiciones de otras personas.

REFLEXIÓN FINAL: consumir noticias no es malo, no soy nadie para afirmar semejante ‘prescripción médica’ con tanta rotundidad. Sólo en el caso que sientas que le estás dedicando demasiado tiempo a las noticias, entonces este artículo es para ti. He 'manchado' este artículo con mi visión sesgada sobre las noticias, porque para mí fueron una gran actividad roba-tiempos que afectaba gravemente mi capacidad de atención. Aquí la última palabra la tienes tú, si lo pruebas me encantará conocer tus impresiones en el apartado de comentarios. ¡Feliz dieta hipo-informativa!

 

¡Ahora es tu turno! ¿Cuántas noticias sueles consumir al día? ¿La mayoría son agradables o desagradables?  ¿Cómo crees que repercuten en tu nivel de concentración? ¿Has probado de reducir el consumo informativo? ¿Qué beneficios has notado en caso de que lo hayas aplicado? Déjame tus impresiones en el apartado de comentarios : ) ¡1000 gracias!

¡Un abrazo!

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